En el mundo, se calcula que se produce alrededor de 100 millones de toneladas de plástico y gran parte de este producto termina dentro de los océanos, formando basura y a la postre, contaminación.
El 2018, luego de más de un año de debates y acuerdos en el Congreso de la República, se promulgó la denominada “Ley de Plásticos”. Esto con el propósito de regular la fabricación, importación y distribución de materiales no biodegradables.
En este contexto, Concytec y el Banco Mundial, van a financiar a cuatro universidades peruanas que desarrollen material biodegradable para reemplazar los plásticos. Los ganadores del concurso “Proyectos de Investigación Aplicada y Desarrollo Tecnológico 2018” obtuvieron financiamiento entre 97 mil a 480 mil soles por proyecto. Los proyectos fueron los siguientes:
Elaboración de empaques biodegradables con cáscara de tuna y corona de piña (Universidad José Carlos Mariátegui de Moquegua)
En Perú se produce anualmente más de 461 mil toneladas de piña y 88 mil toneladas de tuna, generando residuos del 35% en el caso de la piña y 15% en la tuna, por tanto es una oportunidad para un mejor aprovechamiento de estos residuos.
Viabilidad técnica de envases biodegradables automontables a partir del seudotallo del plátano como alternativa ecológica a las bolsas almacigueras (Universidad Nacional de San Martín)
La bolsa almaciguera (plástico reciclado de color negro), es usada y dejada en el campo de cultivo, generando alto riesgo de contaminación para el suelo. Aquí, el seudotallo es el tronco de un banano para fabricar las bolsas negras que cubren las raíces de las plantas adquiridas en un vivero, las cuales deberán ser colocadas luego en una maceta.
Obtención de nanocristales de celulosa como insumo en la elaboración de plásticos biodegradables, con hongos filamentosos a partir de residuos de lignocelulosa (Universidad Nacional Agraria La Molina)
La lignocelulosa está constituida por masa vegetal muerta, o biomasa lignocelulósica, el material crudo más abundante en la Tierra. El uso de nanomateriales como los nanocristales de celulosa derivados de recursos renovables como la lignocelulosa, se muestra promisorio ya que presenta propiedades deseables como baja densidad, alta resistencia mecánica y biodegradabilidad.
Aprovechamiento de los residuos sólidos de la industria de aceite de palma para fabricar envases biodegradables para uso ornamental y agroforestal (Universidad Nacional de Ucayali)
Pretende emplear los residuos de una industria que produce anualmente 362 mil tn métricas de este aceite para desarrollar recipientes ecoamigables. De 86 mil hectáreas productoras de palma en todo el país, Ucayali cuenta con 40 mil. Los residuos de este proceso llegan a ser el 42% del peso del racimo de fruta fresca, mucho de lo que termina siendo quemado en la zona, contaminando aire y aguas. Este proyecto recibirá 480,000 soles.
Por Paola Acuña
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